Por: Ivonne Acuña Murillo
La violencia en el noviazgo es un problema social que responde a múltiples factores, uno de los más importantes es la violencia intradoméstica; esto es, la ejercida en la familia en contra de aquellos miembros que más fàcilmente pueden ser vulnerados: las mujeres, los niños, las niñas, ancianos y ancianas, personas enfermas, minúsvalidas, etc. Lo anterior quiere decir que esas personas no son vulnerables por sí mismas, sino que su condición social las coloca en situación de vulnerabilidad; es decir, la forma en la que está estructurada la sociedad crea las condiciones para que unas personas, más que otras, se conviertan en blanco de agresiones, malos tratos, abusos, golpes, etc.
A pesar de que la violencia en el noviazgo sea producto de la combinación de diversos factores, como: la inmadurez, la inexperiencia de la pareja misma, la soledad, el abandono, un contexto nacional violento, una cultura de la violencia, etc., aquí se sostiene que la violencia intrafamiliar debe ser atendida como el antecedente inmediato más relevante. Por principio, habrá que diferenciar entre diversos tipos de violencia, a saber: física, emocional, psicológica, sexual, económica, patrimonial.
En este sentido, es oportuno preguntarse ¿qué debemos las madres y los padres hacer para evitar que nuestros hijos e hijas inicien y mantengan una relación de pareja donde la violencia sea lo que la caracteríce?
He aquí una serie de sugerencias:
Evitar el ejercicio de la violencia en contra de algún miembro de la familia.
Acompañar a niños, niñas, jóvenes en todas las etapas de su desarrollo hasta la adultez. Este acompañamiento debe incluir no sólo la presencia física de padres y madres, sino el acercamiento emocional con los menores: hablar con ellos, preguntarles ¿cómo les fue en la escuela? ¿que hicieron?¿con quién jugaron? ¿a qué? ¿qué sienten? ¿qué piensan? ¿cuáles son sus temores, sus sueños, sus esperanzas?
Hablar con ellos sobre aquellas situaciones en las que no deben involucrarse; sobre las cosas que no se negocían; sobre los límites que deben poner en su relación con otras personas; sobre su cuerpo y el respeto y cuidado con que deben tratarlo.
Educar con el ejemplo, lo cual supone revisar nuestra propia relación de pareja, sea de matrimonio, unión libre, noviazgo, pues es difícil pedir a otros lo contrario de lo que hacemos. Si vivimos una relación violenta y destructiva, lo más seguro es que
nuestr@s hij@s reproduzcan en sus propias relaciones el ejemplo visto en casa. En resumen no enviar dobles mensajes.
No establecer con
ell@s relaciones amor-odio, tratándolos bien algunas veces, tratándolos mal otras, dándoles regalos después de un golpe o un regaño como para compensar el sufrimiento causado, a sabiendas de que volverá a ocurrir. Esto llevará al niñ@ a crecer asumiendo como "normal" una relación en la que un día se le hacen cariños y otro se le insulta, golpea o viola.
Alimentar su autoestima haciéndole saber que es un miembro importante en la familia, que tiene un lugar, que su opinión es importante, que se le escucha, pedir su opinión cuando se toman decisiones que atañen a todos o que de manera directa le afectan. No hay que olvidar que una persona con baja autoestima acepta los insultos, las humillaciones, los golpes, la violencia en general, al suponer que alguien como ella/él, al ser tan "poca cosa", no merece un trato digno; y que por el contrario, la otra persona le hace el favor de estar con ella.
Amarlos y enseñarlos a amarse a sí mismos y a dar y pedir ese mismo amor; a no aceptar en su vida a personas egoístas que pretendan utilizarlos.
Supervisar los programas de televisión, radio o internet que siguen, acompañarlos a verlos o escucharlos y hacer comentarios encaminados a aprobar, reprobar y analizar aquellas actitudes que suponen violencia o conductas inadecuadas en contra de alguien.
Enséñales a decir no a los malos tratos, a los insultos, a las humillaciones, a los golpes, a los abusos ya económicos, ya emocionales, ya sexuales. Protégelos y enséñalos a proteger a otros y otras.
NOTA: SI TU HIJA O HIJO ESTA INVOLUCRADO EN UNA RELACION DESTRUCTIVA, DONDE SE EJERCE EN SU CONTRA VIOLENCIA DE CUALQUIER TIPO, O DONDE EL O ELLA ES QUIEN LA EJERCE, ¡NO DUDES!, ACTUA DE MANERA DECIDIDA PARA SACARL@ DE ESA RELACION, SU INTEGRIDAD FISICA, INCLUSO SU VIDA O LA DE SU PAREJA ESTA EN GRAVE RIESGO. NO TE HAGAS A UN LADO PENSANDO QUE DEJARL@ DECIDIR POR SI MISM@ ES LO CORRECTO, LA PERSONA QUE VIVE UNA SITUACIÓN DE ESTE TIPO PIERDE LA CAPACIDAD DE DECIDIR LO MAS ADECUADO PARA ELLA. ASI QUE BUSCA AYUDA PSICOLOGICA Y JURIDICA, COMO MADRE O PADRE TIENES EL DEBER DE APOYAR A TU HIJO O HIJA Y NO DEJAR QUE DESTRUYA SU VIDA. AL INICIO DE ESTA PAGINA ENCONTRARAS UN TELEFONO AL QUE PUEDES LLAMAR PARA QUE TE INDIQUEN A DONDE ACUDIR.
Te sugiero también que leas:
Susan Forward,
Cuando el amor es odio. Hombres que odian a las mujeres y mujeres que siguen amándolos, México. Puede ser Editorial Grijalbo o Editoral Random House Mondadori.
Robin Norwood,
Las Mujeres que aman demasiado, México, Zeta Bolsillo.
Puedes descargarlo en:
http://www.alacan.com/libros-nuevos.asp?Title=Mujeres%20que%20aman%20demasiado
Robin Norwood,
Meditaciones para mujeres que aman demasiado, México, Javier Vergara Editor.